Dimensión dominante: Sintetizador-tristeza-oído, su competencia.
Dimensión desconectada: Transformador-orgullo-gusto, su talento.
Dimensión prohibida: Vitalizador-rabia-olfato, su vocación.
Dimensiones sanas: Protector-amor-vista.
Orientador-alegría-sexo.
Percepción sensorial del Constructor:
¿QUÉ VAMOS A VER? La figura geométrica que domina la estética Constructora es el cuadrado (rostro, tronco, caderas, manos, pies).
La glándula que funciona con la tristeza es la tiroides, que produce una aceleración del metabolismo, delgadez, agitación y mucho vello y cabello. El cabello es lo primero que llama la atención en el Constructor. Es tupido, grueso, extremadamente abundante y nace muy bajo sobre la frente. Por lo demás el vello, sobre todo en varones, es mucho más abundante que en el resto de las personas. El Constructor se distingue también por su hiperactividad: está haciendo cosas constantemente y no puede quedarse quieto. Igualmente tiene un gran metabolismo y es delgado y de piel muy seca. A veces padece de hipertiroidismo.
Su rostro es cuadrado, pero redondeado en su parte inferior. Tiene la frente estrecha y sus cabellos sorprendentes nacen bajo sobre la frente. Tiene cejas bien dibujadas y horizontales, ojos medianamente grandes y casi siempre miopes, lleva gafas con mucha frecuencia, porque le dan un aspecto serio que él cultiva. Tiene la nariz más perfecta, recta y fina de todas las tipologías y labios más bien finos y horizontales. Lo bajo de su rostro es suavemente redondeado.
Su cuello es fino, tiene los hombros estrechos y más bien caídos, es delgado y tiene los brazos y muslos algo más cortos que el promedio. Tiene movimientos mecánicos, algo robotizados, como si sus articulaciones no estuvieran aceitadas y flexibles. Tiene una actitud gestual tensa y con falta de elasticidad y de agilidad, y eso tan así, que no arrugan la ropa ni siquiera tras un día rudo de trabajo incesante.
Se visten de manera sobria y muy clásica. Les gusta el color azul, el gris, y a veces los más atrevidos usan toques de rojo. Cuando quieren romper el molde de su clasicismo, usan una orgía de rojo. Es muy raro verlos de verde. Prefieren la calidad a la cantidad y tienen ropa de alta calidad que no les importa repetir. Son los grandes perfeccionistas de entre las tipologías. Están siempre impecables, y la corbata está recta y sin una sola mácula ni torcedura.
La decoración de su casa, en las raras ocasiones en que son ellos quienes la eligen, es muy sobria y sencilla. Muy funcional. Hay pocos muebles y muy sencillos, de materiales modernos y de precio módico. Sin embargo, acumulan muchos objetos de colección, porque son grandes coleccionistas. El blanco cáscara de huevo, el azul y el rojo dominan. Les gustan las fotos y los afiches, y prefieren el cubismo en arte. A veces salen las raíces y se manifiestan en la arquitectura y la decoración barroca. Son los creadores del arte barroco.
Aunque sobrios y sencillos, son coquetos a su manera y buscan, en todo, la calidad. La imagen que cultivan es la de sobriedad, seriedad y constancia. Quieren llamar muy poco la atención y se disfrazan de adulto serio con gafas de concha, peinados estrictos con raya impecable ( lo cual es ya un prodigio dado lo profuso y rebelde de su cabellera), ropa sin una sola mácula ni arruga, de corte clásico y sobrio. Más bien sorprende, cuando se fija uno en sus rostros, la impecable perfección y clasicismo romano de sus rasgos. Son de estatura media. Son delgados.
¿QUÉ VAMOS A OÍR? La voz del Constructor es bastante monocorde y de ritmo continuo y puede inducir al sopor. El volumen es medio. Cuando los Constructores hablan, lo hacen en serio, como todo lo que hacen, y dan datos y más datos, evidenciando lo superinformados que están. Desean ser “perfectamente” claros y, para ello, abruman al auditorio con sobreabundancia de detalles. Introducen paréntesis que aportan precisiones interminables que hacen perder el hilo de lo esencial. Cuando, tras media hora, terminan una frase con sus múltiples paréntesis, el oyente ya perdió el hilo del discurso, y el Constructor se desespera por no haber sido lo suficientemente preciso y se promete que en la próxima ocasión será más “perfecto” y dará más información aún. Con lo cual su auditorio rehuye el preguntarle nada. Afortunadamente, el Constructor sólo habla cuando le interrogan y son escuchas privilegiados y pacientes. Usa muchos adverbios, como “perfectamente”, “obviamente”, “naturalmente”, “concretamente”, que evidencian su alto perfeccionismo. Está sobre informado y está abonado a todas las revistas especializadas de su sector. Es un gran lector que colecciona libros sobre los temas más raros y diversos que pueda uno imaginarse.
Adora la música y no puede vivir sin ella, sobre todo la clásica, la barroca muy particularmente, al menos al comienzo de su iniciación, y la música de jazz. A veces toca un instrumento y lo aprende de adulto.
Pocas veces es artista y, cuando lo es, privilegia la fotografía o el hiperrealismo, en los cuales se puede convertir en uno de los grandes de su tiempo. Es muy observador y visual y retiene detalles que ningún otro es capaz de percibir.
¿QUÉ VAMOS A TOCAR? El Constructor no tiene ninguna inclinación especial ni a favor ni en contra del contacto físico. Ni se asusta cuando lo tocan, ni busca en especial que lo hagan. Es sobrio y asertivo en su contacto físico con los demás.
Su piel es muy seca y necesita ser constantemente hidratada. Su alto metabolismo le confiere una carne prieta y seca, sin retenciones de agua ni grasas superfluas. Lo que se toca es, sobre todo, el músculo en un Constructor.
Soporta mejor el frío que el calor, aunque es muy sensible a ambos. Pone el aire acondicionado, indispensable para él, a temperatura excesivamente baja para no sudar, cosa que odia hacer.
¿QUÉ VAMOS A GUSTAR? El Constructor es sobrio y sencillo en todo, especialmente en lo que a alimentación se refiere. Le gustan las cosas sencillas y naturales, como las carnes y pescados a la plancha, ensaladas clásicas y poco aliñadas, vegetales naturales, postres sencillos como flan y natillas. Es un gran aficionado a los congelados, que busca por su practicidad. Cuando cocina lo hace muy honestamente, siempre y cuando se le pida clasicismo. No es creador ni inventor en ese aspecto. En el otro extremo, existen en el mundo cocineros maravillosos, imaginativos y consagrados de tipología Constructora. Pero son la excepción a la regla porque, en ese aspecto, han logrado su conexión.
¿QUÉ VAMOS A OLER? El Constructor, en su perfeccionismo extremo, es bastante maníaco con la limpieza. Adora la ducha, que prefiere al baño, y se ducha constantemente. Se lava las manos unas veinte veces al día o más. Siempre huele a agua y a jabón. Cuando se puede penetrar en su olor corporal particular se nota un aroma de helecho. No usa excesivamente perfumes y prefiere la colonia, de lavanda muy particularmente. Le gustan las orquídeas. Los Constructores olfativos están cerca de su conexión.
¿QUÉ VAMOS A PERCIBIR SEXUALMENTE? El Constructor es el menos sexista de entre las tipologías. No concibe el machismo ni el hembrismo. Para él, una persona es eso, una persona. No va a cultivar la caballerosidad ni el sexapeal y espera de los demás el mismo trato llano y unisex. Es un amante tierno, atento, detallista y cumplidor, pero poco imaginativo.
El sexo representa para él un placer sencillo y sin complicaciones. No le añade ni los tabúes ni las magias que otros incluyen en las relaciones eróticas. Es de una gran fidelidad sexual.
Elige bien a sus parejas, sin aventurarse a grandes aventuras anímicas. Prefiere a Legisladores y a Reveladores. Por lo general rehuye a los Promotores, que son su pareja cósmica porque eso le complicaría la vida y le obligaría a lidiar con la fase de trascendencia. Y eso es demasiado para su orgullo desconectado.
Análisis estructural de la tipología Constructora:
La estructura dominante del Constructor es el Sintetizador, que está hiperpresente en todas sus manifestaciones. Él desempeña plenamente todas las funciones del Sintetizador y tiene una memoria de elefante, es muy ordenado, le gusta archivar y conservar todo, le encanta pensar y razonar. Es un adicto al desarrollo y a la comunicación, al menos en lo que a información se refiere. Porque le inquietan y asustan las emociones humanas que la gente asoma cuando se comunica. Es muy auditivo, tanto como visual.
Su Transformador está desconectado y siente hostilidad por lo novedoso, por la inventiva, por lo imaginativo, por lo que no ha sido consagrado por la mayoría. Así entiende la democracia: como la razón de la mayoría numérica. Teme mucho la envidia ajena y es ciego con la suya. Él jura que jamás es envidioso, pero cuando se encuentra con lo auténticamente grande y genial, declara su escepticismo y a veces agrede y ataca al descubridor. No se da cuenta de su envidia, porque él rinde culto a los genios. Sí, pero cuando la historia los ha consagrado, después de mil ataques y descalificaciones de la gente como él. Tiene una obsesión en lo que toca al Transformador: todos los genios y creadores son locos. Y él, el primero, si se deja tentar por escuchar a tan peligrosa estructura.
Su Vitalizador está prohibido y eso se nota en todo lo que atañe al Constructor: no sabe decir “así no”, no es vital ni vitalista, es bastante rígido y mecánico, no cree en un universo de justicia, y actúa el arte de soportar calladamente las injusticias.
Su Protector es sano y de tamaño normal: es cálido, amistoso, leal, amoroso. Tiene sentido de la solidaridad y de la cordialidad. Lo que le falta es tiempo porque, aunque lo niegue fervientemente, no sabe administrar su tiempo y nunca tiene un momento para lo que le gusta.
Su Orientador es sano en sus manifestaciones cotidianas de disfrute de los pequeños placeres de la vida, que él sabe apreciar como nadie, pero muy miope en lo que a vida espiritual se refiere. El Constructor es un agnóstico que vive perfectamente sin Dios y que cree que somos fruto de la evolución y de la ley de Darwin. Para él, bajamos todos del mono, y punto.
Su Rector es discreto y algo subdesarrollado. No sabe establecer límites de invasión de su intimidad y de su tiempo y espacio. Sobre todo, de su tiempo. No está en armonía casi nunca y vive estresado. Y acelerado.
Ingeniería emocional de la tipología Constructora:
El Constructor tiene inflación de la tristeza. Siente todos los estímulos y manifestaciones que deben producir tristeza, pero también cambia las reacciones a los estímulos que deben producir orgullo y los transforma en falsa tristeza derrotista y abrumadora. Es muy inteligente, sensato y racional. Es básicamente deductivo y analítico. No está preparado para el pensamiento inductivo que le parece aventurero y algo loco, ni para la síntesis. Se ahoga en los detalles.
El orgullo es su emoción desconectada. La mera palabra orgullo lo irrita, pues él le confiere un significado de orgullo falso, soberbia y pedantería. Siente rabia en vez de orgullo. Cuando se le muestra una innovación, agrede al inventor y lo descalifica. Cuando él se aventura, excepcionalmente, a manifestar su orgullo creador o libertador, lo hace defensivamente y de manera agresiva. Con lo cual el interlocutor expresa su rechazo y eso lo ratifica en su decisión de no confiar su mundo imaginario a nadie. Le interesa demasiado ser aprobado y encontrar su lugar en la mayoría como para correr la aventura, alta y solitaria, del creador, del innovador. Cuando alguien en su entorno toma ese riesgo, en vez de admirar al innovador, el Constructor siente envidia y lo denigra. Como está muy informado, busca siempre dónde el creador copió su obra. Como no encuentra ese fraude que tanto busca, en vez de admirar lo novedoso, se siente irritado y estafado como si el creador hubiese efectivamente copiado su obra de alguien desconocido por él.
La rabia es su emoción prohibida. El Constructor va de víctima por el mundo y se queja mucho, pero se somete a todos los abusos e injusticias. En cuanto a la vitalidad y energía que confiere la rabia auténtica, el Constructor es hiperactivo pero no tiene auténtica vitalidad ni siente su corporalidad. Es todo cerebro y cerebral. Aunque es muy disciplinado y hace gimnasia y practica deportes como el squash y el tenis, cae fulminado por un infarto o minado tempranamente por un cáncer. Tiene problemas circulatorios, jaquecas y colesterol, además de hipertensión arterial.
Creencias arquetipales del Constructor:
Aunque es el que más niega la existencia de Dios, el Constructor tiene su dios particular, a quien obedece ciegamente. Aquí se trata de Sísifo, hijo del viento, el más astuto de los mortales, padre de Ulises ( también condenado a imposibles y heroicos trabajos), condenado por Zeus, por haber sido orgulloso y justiciero, a empujar una inmensa roca hacia la cumbre de un monte. Cada vez que Sísifo “casi” lograba encumbrar la roca, ésta volvía a caer y tenía que volver a su frustrante tarea, eternamente. Por más astucia que mostró, jamás logró escapar a esa maldición, ni en vida ni en los infiernos.
Sometido a la maldición de tal dios, no es de extrañar que las creencias básicas existenciales del Constructor sean:
Si revelo lo que descubro nadie me tomará en serio ( me envidiarán y me condenarán como a un loco). Y
Nada puede cambiar (todo se repite eternamente, sin escape posible).
Su Drama existencial (D.E.):
Es “abrumado”: el Constructor, creyéndose condenado a trabajar y trabajar, no se da cuenta de que usa el trabajo como refugio para no jerarquizar ni crear, con lo cual se garantiza no conectar el orgullo auténtico. Para ello, se abruma con mil cosas que hacer, que él no jerarquiza, y hasta se presta gustoso a hacer el trabajo tedioso ajeno como garantía de no tener respiro ni poseer un sólo momento para ser y crecer. Así, va de víctima y culpabiliza calladamente a los demás seres libres que disponen de su tiempo. De este modo se cierra el acceso a la rabia y se mantiene esclavo de su propio Mapa.
Perfil psicológico del Constructor:
El Constructor tiene una rica e intensa vida interior, una inagotable curiosidad y una imaginación deslumbrante. Se muestra como el hombre y la mujer grises, del montón, que sólo saben trabajar, serios, pero ¡tan aburridos!
Ellos son perfeccionistas y puros, grandes estetas refinados y son vistos como comunes, sesudos, sí, pero ¡tan poco imaginativos y refinados!
Ellos sufren con entereza y dignidad las envidias y las injusticias de su entorno y se proponen mostrar que, aun en las más pequeñas y discretas tareas se puede ser un revolucionario. Son vistos como desarrolladores de ideas ajenas, cumplidores y discretos, pero ¡tan insensibles!
Ellos mejoran cualquier cosa que estén haciendo, poniéndole todo su empeño y su corazón, y son vistos como aburridos y repetitivos por los demás.
Ellos son justos y sufren ante cualquier mentira, manipulación e injusticia. Sólo que no creen en el sentido de la justicia ajena y, por ello, son pacientes y deciden que a fuerza de andar pequeños pasos se terminarán produciendo grandes cambios. Son vistos por los demás como conformistas y sostenedores del orden invertido de lo social.
El Constructor trabaja y trabaja, arrinconado entre los Legisladores que sólo otorgan el noble estatus de ciudadano a las personas responsables, serias y cumplidoras, y los Promotores, que están convencidos de tener en él a un esclavo para ejecutar sus brillantes ideas. Con ello se congracia con las dos tipologías y encuentra su lugar en la sociedad. Con ello es feliz. Pues el Constructor tiene como más alto interés en la vida el de ser útil.
Contrariamente al Legislador, el Constructor no va de padre por la vida. Él va de adulto, cualquiera que sea su edad. Es muy divertido ver a niños Constructores actuar como adultos aun en las más relajadas y festivas condiciones.
El Constructor es hipercerebral e hiperracional. Es pura lógica. Puro pensamiento deductivo y lineal. Además es superperfeccionista y desmenuza cada concepto hasta microscópicas consecuencias. Es el rey del análisis. Además lo analiza todo y descalifica lo que no tenga una causa o un efecto racional. Es puro hemisferio izquierdo.
Lo que más valora en su vida social es el tener una especialidad y por ende una utilidad garantizada. Lo segundo que necesita es tener una familia a quien serle fiel y por la cual sacrificarse. También es un excelente amigo, pero tiene poco tiempo para ellos. ¡No lo tiene ni para su familia, a la cual ama tanto! Siempre está atareado y, muchas veces abrumado. Se queja y suspira pero no sabe jerarquizar y diferenciar lo prioritario de lo accesorio. Toda tarea es prioritaria para él, es más, cuando distingue, se propone comenzar por lo más tedioso para disfrutar de lo más exaltante. Pero como acepta y hasta persiguebusca cargar con tareas ajenas, no encuentra tiempo para lo más imprevisible y creador.
El Constructor encuentra su elevación espiritual en el trabajo bien hecho y en la música. No puede vivir sin ella. Con ella sueña, vuela, y se encuentra a sí mismo. Es raro que encuentre su realización en la música más contemporánea. Él es un clásico y siente especial veneración por músicos Constructores como él: Bach, Vivaldi, Monteverdi, y si es muy atrevido, Shostakovich, Malher y Moussorgsky. Pero ama a Beethoven, aunque exprese tanta rabia. Tiene un efecto de drenaje linfático sobre él.
El Constructor no cree en dios. Es un demócrata agnóstico que cree que todo empieza y termina aquí, en esta tierra, y él hará su parte de camino con honestidad y humildad, sus dos mejores virtudes. Se entregará por completo, sin esperar ninguna recompensa ni en esta tierra ni en el más allá. Lo hará por honestidad y porque es un perfeccionista a quien le gustan las cosas pulcramente hechas.
Su perfeccionismo es su mayor virtud y su peor enemigo. Es despiadadamente crítico consigo mismo y benévolo con los demás. Nunca lo hace lo suficientemente bien. Eso lo lleva a ser maníaco con la limpieza, con el orden, con los gestos de verificación. De allí a tener tics, manías y compulsiones repetitivas hay un paso que él franquea con facilidad.
Abusa de su resistencia y sus disfunciones emocionales lo predisponen a enfermedades circulatorias, isquémicas, cardiológicas y a neuropatías, en especial al Alzheimer, que es un escape para descansar de tanta laboriosidad y de tanto perfeccionismo.
Aunque le encanta su hogar, pasa poco tiempo en él, salvo, naturalmente si se dedica a ser ama de casa. Tampoco allí disfruta a plenitud de su casa, porque se la pasa aseándola. No es un gran anfitrión y más bien hace de colaborador y de ayudante a su pareja. Tampoco es un gran cocinero, salvo rarísimas excepciones de Constructores cerca de su conexión. No tiene tampoco un talento desarrollado en el arte de la conversación informal. Es algo tacaño y previsor, como la hormiguita de la fábula con la cual tanto se identifica. Sus colores preferido son el azul, con toques rojos, y el blanco sucio.
Lo que más lo desespera de sí mismo es su dificultad para elegir. Para él, elegir es un suplicio y nunca está convencido de haberse decidido por lo mejor. Aunque haya hecho sacar todos los zapatos y se los haya probado todos, por ejemplo. También lo atormentan su curiosidad morbosa y su atracción por lo oculto, por lo esotérico, por lo fantástico y paranormal. Aunque lo esconde escrupulosamente, para que la gente no crea que está loco, se ve a sí mismo como un voyeur, un escudriñador de secretos e intimidades ajenas. Por eso se identifica tanto con la fotografía.
Su relación con la rabia es muy epidérmica: la odia. Es la emoción de los locos. Y punto. Se reafirma en esa creencia cuando siente y expresa rabia en vez de orgullo. Cuando lo asume, se ve como a un loco, y con razón. Un mundo de justicia es su ideal, pero los ideales son utopías. En el mundo de la realidad siempre reinará la injusticia y él es adulto porque sabe que las cosas no cambian.
Funcionamiento energético estructural:
F.E.E.: (tristeza –orgullo – rabia) + amor + alegría –miedo.
Tiene dos emociones auténticas: el amor y la alegría cuando está en su Mapa. Siente la tristeza auténtica, pero la mezcla con un 40% de orgullo que convierte en derrotismo amputador y carcelero. Siente rabia en vez de orgullo (envidia) y miedo en vez de rabia (apocamiento, intimidación)
Esa es su fórmula y su ecuación.
Profesiones: Investigador. Consultor. Formador. Médico. Ingeniero. Científico. Informático.
Fases de evolución tipológica:
EL CONSTRUCTOR CONECTADO: CONSTRUCTOR-REVELADOR.
Tiene sus seis estructuras alimentadas por sus seis emociones auténticas y enchufadas a sus seis sentidos respectivos.
Conserva, magnificadas y depuradas, las cualidades de su Mapa: es tierno, inteligente, leal, generoso y agudo. Es trabajador, honesto, curioso, científico, racional, maduro, servicial, tiene sentido de pertenencia a su núcleo familiar y laboral. Es sobrio, es ecuánime, da excelentes consejos. Es consciente de su atracción por lo mágico, lo erótico, lo religioso, lo espiritual y se aboca a su estudio. Es detallista y minucioso.
Se convierte en un reanimador de todo lo colapsado y lo enfermo, es el mejor creador de la UCI, y su jefe. Es un catalizador nato de las mejores fuerzas innovadoras y creadoras. Es un creador y un artista de gran pureza constructivista. Es alegre, optimista, fiable, valiente. Ama a la gente en función de su valía auténtica y no hace excepciones. Es el mejor confrontador de psicópatas que huyen ante él como ratas y dejan en paz a los demás. Es un esteta refinado y un coleccionista de rarezas. Es un excelente cocinero y le encanta comer bien. Es imposible desorientarlo. Es extremadamente sensual, erótico y agudo. Es brillante y rompedor. Es irresistible y puro. Es biófilo. Es el mejor amigo y defensor de los genios, que él reconoce y consagra antes que nadie. Con ellos se pone en el camino de convertirse también en un genio.
Se pone inmediatamente y sin demora en el camino de su hiperconexión y de su trascendencia, y se orienta hacia la talla de un Goethe y de un Cezanne.
D.E.: Ninguno.
Profesiones: Director de Procesos de Cambio organizacionales. Líder de su empresa. Artista plástico o poeta. Presidente de la Asociación de su gremio, que resucita.
F.E.E.: (tristeza +orgullo + rabia) + amor + alegría + miedo. Todos auténticos.
Usa el 80% de energía innata y forma parte del 2% de la población de Constructores.
FASE DE PRECONEXIÓN: CONSTRUCTOR-FORTIFICADOR.
Deja de estresarse y de estresar. Sabe escuchar y hablar de manera esencial y sintética. Felicita a su equipo por lo más creador. Admira y apoya a los innovadores y se la juega por ellos públicamente. Asume su atracción por lo novedoso y lo auténtico. Es discreto y valiente. Es paciente, sabio, agudo, tiene sentido del humor. Le atrae la soledad y la dedica a conocerse emocionalmente y espiritualmente. Es un gran amigo de los mejores. Redimensiona a los poderosos de turno y desenmascara a los tramposos. Sus tipologías preferidas: los Reveladores, Promotores, y Reactivadores conectados. Huye de las vanidades y de la agitación. Tiene todo su tiempo para lo esencial: al amor, la amistad y los creadores. Es auténticamente espiritual, aunque muy laico. Hace fotografía y le relaja ser un creador culinario.
Pero tiene miedo a destacar, a que lo admiren, a que lo amen por lo que es. Cree que va a defraudar. Se esconde. Compensa su sensualidad con comida y engorda demasiado. Tiene dolencias neurológicas leves. Siente una ternura muy especial por los peores Promotores, que lo manipulan y le chupan la sustancia vital. Tiene miedo a los psicóticos y a los psicópatas, y les deja campo libre para sus fechorías.
F.E.E. ( tristeza auténtica –orgullo –miedo) +amor + alegría –rabia. Ya no es envidioso, pero teme destacar. Es aún apocado.
Profesiones: Sabio. Psicólogo. Escritor. Secretario General. Fotógrafo. Pintor. Músico. Biólogo.
D.E. un poco de “abrumado” y “si no fuera por…”
Usa el 40% de energía innata y forma parte del 15% de la población de Constructores.
FASE DE MAPA: CONSTRUCTOR-CONSTRUCTOR.
Es en todo idéntico al retrato del mapa Constructor del comienzo.
Usa el 30% de energía innata y forma parte del 10% de la población de Constructores.
FASE DE DESCONEXIÓN: CONSTRUCTOR-LEGISLADOR.
Sólo le queda una emoción auténtica: el amor.
Es aún más trabajador y cumplidor, pero bloquea el crecimiento propio y el de los demás. Se consagra a una organización cuya cultura le es contraria y le entrega la vida y el tiempo de la intimidad con los suyos, a cambio de pequeñas conquistas creativas y clandestinas que otros se atribuyen con su beneplácito.
Pierde la alegría auténtica. Es usado por Legisladores y Promotores desconectados, a quienes él admira y rinde pleitesía. Es despreciado por Reveladores y Fortificadores y rehuido por Reactivadores a causa de su pesadez. Se pone a idolatrizar el arquetipo de turno y pierde su potencia iconoclasta virtual. Siente rabia y envidia hacia los auténticos creadores, a quienes tacha de iluminados y de utópicos. Desconfía de lo novedoso, salvo de lo tecnicista que robotiza al entorno. Es visto como un cínico que impide el fluir de la vida, como un insensible que se somete a los más poderosos del establishment. Tiene fobia a la envidia y es ciego con la suya. Sufre problemas de salud: cardiopatías y úlceras. Es miope.
Profesiones: Consultoría. Medicina hospitalaria. Organización. Secretaría de asociaciones. Docencia. Banca.
D.E.: “abrumado” y “defecto”.
F.E.E.: ( tristeza inflada –orgullo + falso orgullo en vez de rabia) + amor –alegría –miedo. Se pone servil, además de conservar los defectos de su Mapa.
Usa el 20% de energía innata y forma parte del 55% de la población de Constructores.
FASE DE PREDISOCIACION: CONSTRUCTOR-PROMOTOR:
No le queda ni una sola emoción auténtica y se pone de espaldas a sí mismo al invertir el eje rabia-alegría. Es, por lo tanto, además de lo anterior, idólatra, fanático y sacrílego. Puesto así, se ve a sí mismo como a un genio que va a enseñar a todos lo listo que es.
Sufre de motricidad febril e inconexa, casi epiléptica. Es revanchista y envidioso. Juega al genio y todos se ríen de él, porque está vacío y delira. Imita al barón Van Frankeistein: junta pedazos de cadáveres (cosas muertas) y pretende ser un dios al crear (falsa) vida. Se toma por un redentor y resulta patético. Hunde su empresa y su equipo. Es extremadamente narcisista y siente orgullo en vez de amor. Neurotiza a todos con su agitación y sus exigencias de divo. Tiene varios infartos y muere del tercero o cuarto. Puede tener un derrame cerebral mortal. Es propenso al cáncer y las neuropatías.
Le entusiasma el arte Promotor-Constructor ( arte póvera) Se arruina invirtiendo todas sus economías en proyectos faraónicos de pies de arcilla. Es tramposo y juega a “cheque de goma” para sentirse importante. Da citas y luego no acude ni recibe. Toma cocaína y anfetaminas. No come y engorda.
Profesiones: Líder organizacional elegido por un Promotor-Constructor. Editor de moda. Artista porno. Científico. Animador de T.V.
D.E.: “abrumado” y “cheque de goma”.
F.E.E.: (tristeza inflada y necrófila –orgullo + falsa alegría en vez de rabia (idolatría a sí mismo, fanatismo) -amor – rabia- miedo.
Usa el 3% de energía innata y forma parte del 15% de la población de Constructores.
FASE DE DISOCIACION: CONSTRUCTOR-REACTIVADOR:
No sólo pierde todas sus emociones auténticas, sino que además cae en la fórmula letal: falso amor inflado + falsa tristeza inflada que siente a la vez. Eso provoca el derrumbe de su sistema inmunológico, no sólo físico sino psíquico. y cae en una esquizofrenia socialmente aceptada. Se cree el mesías, el profeta, el enviado de dios, y lo invierte todo. Es un fanático de la muerte.
Es depresivo y apocalíptico. Cae en el delirio y, muchas veces, en la epilepsia. Adora a los psicópatas y odia a los conectados. Tiene cara de loco, habla como un loco, y asusta a la gente porque está loco. Sufre de enfermedades psicosomática y tiene alucinaciones visuales. Manipula a su entorno con culpa y lástima. Está lleno de envidia y de resentimiento. Confunde a Dios con el diablo y le obedece. Es el antiplanificador, pues ve todo al revés. Sueña con pureza de sangre, genocidios y inventa los campos de concentración, las cámaras de gas, la guerra bacteriológica y los hornos crematorios. Es un tecnócrata del campo de exterminio y de la genética monstruosa. Es antisemita, antinegro, antiamarillo, antiindio, antihomosexual y reniega de sus raíces. Odia el derecho natural, a los Reveladores y a los Reactivadores conectados: los sacrifica en nombre del Magnetizador. Venera a Promotores y a Reveladores disociados y se alía con ellos para la guerra de exterminio contra los más puros. Desprecia a todos los demás.
Profesiones: Chamán. Gurú. Predicador. Jefe de sectas. Político integrista. Líder de minorías resentidas.
D.E.: “abrumado” y “sólo trato de ayudar”
F.E.E. ( tristeza inflada + amor inflado) – orgullo – rabia –alegría –miedo. Es un fanático del proselitismo monstruoso. Invierte el eje amor-tristeza y el eje alegría-rabia.
Usa el –16% de energía innata y forma parte del 3% de la población de Constructores.